Cuento: El Osito de Goma

como los viernes por la tarde siempre apetece leer algo ameno y entretenido, hoy os voy a presentar una creación mía que espero que guste tanto a pequeños como a grandes. Es un cuento delicioso que invita a quien lo lee a interactuar con su público.

Además a través de este cuento se puede trabajar la integración y la diversidad en el aula, para enseñar a los niños que las diferencias nos enriquecen, pues gracias a esas peculiaridades todos podemos aprender de todos, siendo incluso mucho más divertido que si todos fuésemos iguales. También se enseña que no todo es lo que parece, por lo que no debemos juzgar antes de conocer.

Pues bien, por fin os presento con mucha ilusión el cuento "El Osito de Goma" Para ilustrar el cuento, he realizado un montaje con los materiales que uso para contarlo y este ha sido el resultado; como dije espero que os guste y lo encontréis útil. ¡Saluditos!

Título: "El Osito de Goma"

Autor: Anónimo

Había una vez en un pueblo muy pequeñito y muy bonito una tienda de golosinas. 

En ella podías encontrar todas las golosinas que se nos ocurrieran, (pirulestas de colores, suaves nubes de algodón, o incluso olorosas rosas de caramelo). 

Todas las golosinas de la tienda se llevaban muy bien, mientras convivían unas con otras esperando a que los niños del pueblo salieran del colegio y pasaran por allí para ser compradas. 

 Sin embargo en una de las cajitas podíamos encontrar unos sabrosísimos ositos de goma (y si nos acercamos con cuidado silenciosamente hacia ellos, podemos escuchar que tenían una gran discusión). 

Los ositos de goma que eran azules se enfadaban y peleaban con otro de los ositos que igualmente con ellos convivían, pero que era de color rojo y mucho más grande que ellos.

Cuando este osito estornudaba salían de su naricita cositas pequeñas de color rojo; y no sólo los ositos se reían de él por ser tan diferente, sino que se enfadaban también por ensuciar su cajita la cual cuidaban mucho.

Un día un niño entró a la tienda de golosinas y se acercó a la cajita para coger una bolsita de ositos de goma. En la bolsa que compró el niño se encontraba también aquel osito rojo que estaba muy triste pues los demás ositos de la bolsa le decían que ningún niño lo iba a querer y que seguro lo iban a tirar a la basura con lo que ya no servía.

Estando el niño en el colegio abrió la bolsa para compartir con sus amigos los ositos de goma, y cual fue su sorpresa cuando descubrió que todos los ositos eran azules, menos uno que era rojo y grande. El niño lo cogió el primero y tan llamativo era que no dudó en llevárselo a la boca para morderlo. 

Sin embargo fue en ese mismo momento cuando el niño se dio cuenta de que aquel osito rojo no se podía comer. 

Se lo llevó a su mesita y los demás niños asombrados fueron tras él; cogió un dibujo hecho a lápiz y curiosamente empezó a borrarlo con el osito rojo que no era un osito de goma, sino una goma de borrar y por eso cuando el osito estornudaba le salían por la naricita esas cositas rojas.

El osito rojo estaba muy contento pues por fin supo que tenía una misión muy importante en la escuela que era la de borrar los errores del lápiz. Finalmente el osito rojo se hizo muy amigo de las otras gomas de los demás niños que eran de diferentes formas y colores, y convivieron todas juntas en el aula sin discusiones.

 Si quieres aprender a hacer tu propio oso o animal móvil para contar tus cuentos, te cuento paso a paso el proceso de su elaboración. 

Sólo tienes que pinchar en la IDEA.